Argumento: Isabel Duncan, científica del Laboratorio de Lenguaje de Grandes Primates, no comprende a la gente pero sí entiende a los simios, especialmente a los bonobos Sam, Bonzo, Lola, Mbongo, Jelani y Makena, que son capaces de razonar y de comunicarse en el lenguaje de signos americano. Isabel se siente más a gusto con ellos de lo que jamás se ha sentido entre los humanos, hasta que conoce a John Thigpen, un periodista centrado en su matrimonio que está escribiendo un artículo de interés humano. Pero, cuando una explosión hace volar el laboratorio por los aires, la crónica de John se convierte en el reportaje de su vida e Isabel se ve obligada a interactuar con los de su propia especie para salvar a su familia de primates de una nueva forma de explotación por parte de los humanos.
Para comenzar, debo admitir que mi primera motivación para leer este libro fue la autora. Sara Gruen ya me había hecho disfrutar muchísimo con Agua Para Elefantes y como me gusta leer varias obras de los autores que me han gustado, me aventuré con este libro.
En primera instancia ni siquiera sabía de que trataba este libro y comencé a leerlo sin tener la mas mínima idea, esta puede ser una de las razones por las que al comienzo no me atrajo completamente, tanto así que tuve que buscar en internet de que trataba para poder ubicarme un poco.
Una vez que supe de que trataba sentí que era capaz de disfrutar el libro, sin embargo debo decir que aún así me costó leerlo.
Todo el libro envuelve una trama muy seria que implica una problemática muy presente actualmente, el maltrato animal. Pude notar que a Sara Gruen no le cuesta para nada escribir sobre este entorno, y una de sus cualidades es que te hace sentir a flor del piel el maltrato, o sea que sabe narrar y describir muy muy bien.
A pesar de que el libro no me convenció del todo al comienzo, tiene puntos a su favor. Uno de ellos es que todo pasa en el momento que debe de pasar. Con esto me refiero a que la autora no esperó 10 capítulos para que explotara la trama del libro, sino que lo hizo desde el comienzo, y puedo decir que este aspecto si me gustó.
Sin embargo, después de que pasó lo "interesante" el libro me volvió a parecer monótono y me costó casi todo el libro volver a tomarle el gusto.
A unos capítulos del final vuelve a ponerse "bueno" pero desgraciadamente por un momento sentí que iba leyendo en una montaña rusa (sin que esto sea algo bueno, obviamente).
John Thigpen: No fue difícil encontrarle el gusto a John, de hecho es un personaje muy sencillo. Un típico hombre trabajador que busca lo mejor para el y para su familia (su esposa), y que está tan apasionado por su trabajo (periodismo) que hasta te llega a inspirar. El único problema que tuve con John es que es demasiado básico, es decir, es un personaje que cualquier persona podría crear, no creo que tuviera el potencial de protagonista que esperaba.
Isabel Duncan: Isabel me pareció increíble, una mujer que claramente lucha por sus convicciones y no le importa para nada lo que los demás piensen de ella. Una mujer que sabe aceptar que necesita ayuda pero que, sin embargo, puede trabajar individualmente sin necesitar de nadie. Su amor por los bonobos (los primates del libro) es inmenso e increíblemente es algo que se le contagia al lector.
El final de este libro es predecible. Tengo que admitir que esperaba un poquitito mas de emoción y de acción, sin embargo para mi decepción, no hubo nada de eso.
Sentí que le faltó muuuuucho al final, de la nada se soluciona todo pero casi ni te das cuenta de que pasó.
Lo peor de todo es que ni siquiera sentí que hubiera suficiente justicia para el antagonista del libro, pero en fin, supongo que pudo haber sido peor.
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