Argumento: Cuando por fin los nueve nombres de la Profecía han sido revelados, la Orden del Caos lanza una devastadora ofensiva contra los Elegidos. La malvada Lathenia desea el poder absoluto, y nuestros héroes sólo tienen una salida: viajar al siniestro Inframundo en busca de la llave perdida que abre el cofre de las armas con que derrotar al ejército de Marduke. Y aunque la sospecha de que entre ellos hay un traidor debilita al grupo en los momentos decisivos, los Elegidos emprenden con valor la batalla final contra las terribles e implacables fuerzas del mal, cuyo verdadero poder nadie conoce...
¡FINAL DE LA TRILOGÍA! Y definitivamente el mejor de los tres libros.
No se por donde empezar, hay definitivamente muchas cosas que puedo recalcar de este libro, la acción, la aventura, la intriga, el romance, la forma en la que te encariñás con los personajes y sobre todo un final que te deja los pelos de punta.
Fue muy difícil tener que dejar de leer este libro para mis necesidades básicas como comer o dormir, por eso es que prácticamente no lo dejé descansar de mi.
Cuando comencé a leer esta trilogía no tenía muy altas esperanzas, porque cuando la conocí fue por alguna que otra mala crítica, pero la verdad es que la sorpresa que este libro me dio fue para bien. Mi cabeza literalmente se transportó mientras estaba sumergida en la lectura, a tal punto de que soñé 2 veces con Verdemar (uno de los lugares del libro). Yo, maravillada.
En este libro hay 100 veces mas acción que en los otros dos, lo cual es obvio porque se supone que es la batalla final y colisionan los bandos y todo eso. Al comienzo estaba pensando que mas valía que Marianne Curley creara la mejor batalla del mundo, porque al tener tantos personajes a los cuales sacarles provecho, tenía que ser increíble, y me alegra decir que no fue para menos.
Las últimas páginas (específicamente en la batalla) me mantuvieron tan angustiada (angustia de la buena, de la que vale mucho) y tan asustada que me parecía que yo estaba ahí. Mis sentimientos se desbordaban por lo bueno que fue.
Nuevamente hay un cambio en los personajes que narran el libro, es decir que hay "nuevos" protagonistas, que no son tan nuevos porque ya los habíamos visto en los otros dos libros sin que tuvieran tanta aparición.
Los nuevos narradores son Matt (con el que yo, personalmente, había tenido un par de problemas en el libro anterior) y Rochelle, que la verdad me sorprendió gratamente.
Me parece que la intención de Marianne Curley con este "cambio no tan cambio" de protagonistas es que el lector logre encariñarse con todos los personajes. En cada libro te encariñás con personajes diferentes, de tal manera que al final sentís que los vas a extrañar a todos.
Si bien no voy a poder hablar de cada personaje en este momento, me disculpo conmigo misma y con la persona que pueda estar leyendo esto, pero es que son demasiados.
Matt: Al principio me incomodaba la existencia de Matt porque me parecía que estaba de mas totalmente, pero siento que eso era lo que Marianne quería que todos pensáramos, porque Matt toma el papel mas importante de la trilogía (que no voy a decir cual es) y tiene un gran gran GIGANTE peso encima, que logra manejar perfectamente. Si bien comete ciertos errores, me parece que eso simplemente hace que el personaje sea mas realista, que nos recuerde que es un muchacho mas, es algo que en lo personal me gustó un montón.
Rochelle: A pesar de que es la protagonista de esta tercera parte, no siento que me haya conectado tanto con ella. Si bien su presencia es importante a lo largo del libro, no me convenció completamente. Debo admitir que en momentos me daba algo de lástima, pero después esa lástima me parecía que simplemente quería hacerse la mártir. Ugh. Al final terminé respetándola, aunque habían momentos en los que quería entrar al libro y pegarle.
Arkarian: Arkarian sigue siendo mi personaje favorito de la trilogía, me parece tan puro, tan sabio, tan "se controlar la situación", tan "tranquilos, todo va a estar bien", y al mismo tiempo tan apasionado y amoroso, no sé, me parece la recopilación perfecta de características en un personaje. En ciertos momentos me recordaba a Jem, de CDS Orígenes, y ese es uno de mis personajes favoritos de todos los tiempos, así que ya se imaginarán.
Jimmy: personaje que casi no sale en ninguno de los tres libros pero al que logré tomarle un cariño incomparable. El típico personaje que hace reír cuando hay tensión, que nunca pierde la calma y que se mantiene siempre sonriente y sereno. Me gustan mucho los personajes así, que son fieles ante todo y que darían su vida para cumplir sus promesas. Me encantó.
Dillon: Quisiera decir cosas buenas de Dillon, pero cuando pienso en el solo pienso en desesperación, porque es todo lo que me causaba. Dillon para literalmente todo el libro queriendo hacer de todo (metido) y causando problemas donde se suponía que no tenía que haber ninguno. Además de que es el típico personaje molesto que no sabes que hace en el libro, NO SÉ PORQUE EXISTE, NO SÉ. Pero está bien, todos los libros merecen tener uno que otro personaje sin sentido.
Si bien la batalla final (que es parte del final) es demasiado interesante, debo decir que el propio final (refiriéndome a las últimas 9 páginas) definitivamente no me lo esperaba y siento que estuvo de mas. No sé, pudiendo lograr un final tranquilo, bonito, esperanzador, el libro termina mas "meh" que nada.
No estuvo mal, no digo eso. Simplemente digo que después de leer una trilogía tan espectacular esperaba un final que me llenara mas.
La idea de "venganza" de Ethan me pareció excesiva, y me quedé sin saber que pasó con los otros. QUE INCOMPLETO, DIOS MIO.
¿VALORACIÓN FINAL? Del libro y de la trilogía entera diría que: